Los procesos para fabricar nuevas prendas textiles con la ropa que usamos y que no es reutilizable son procesos que impulsan la economía circular y contribuyen a reducir la huella ambiental del sector textil. Cada año se generan millones de toneladas de residuos textiles: más de 92 millones de toneladas por año, según datos de Quantis (2018), muchas de las cuales terminan en vertederos o incineradas. Frente a este reto ambiental y social, el reciclaje textil se convierte en una pieza clave para avanzar hacia una economía circular.

Moda re- se ha convertido en el mayor operador de recogida y tratamiento de residuo textil de España recogiendo más de 47 millones de kilos en el último año. Pero, ¿cómo se transforma exactamente en materias primas la ropa que ya no se puede reutilizar? En este artículo respondemos a las dudas más frecuentes sobre el reciclaje de ropa y otros textiles con la ayuda de José María Faro, director de Circularidad y Reciclaje de la Fundación Formació i Treball.

¿Qué es el reciclaje textil y por qué es importante?

El reciclaje textil consiste en recuperar materiales provenientes de ropa usada o desechada no reutilizable para darles una nueva vida. Se trata de una alternativa sostenible frente a la acumulación de residuo textil en vertederos o a la incineración de prendas, y reduce la dependencia de materias primas como el algodón o el poliéster, por ejemplo.

¿Qué ocurre con la ropa que no se puede reutilizar?

Cuando depositas una prenda en un contenedor de Moda re-, esta se revisa y selecciona en una de las cuatro plantas de preparación para la reutilización y el reciclaje que actualmente tiene Moda re-. Si está en buenas condiciones, podrá seguir siendo utilizada y disfrutará de una nueva vida. Si, por el contrario, está demasiado deteriorada, manchada o rota, no puede pasar al circuito de reutilización. En este caso, esta prenda se destina al reciclaje textil con el objetivo de recuperar sus materiales y transformarlos en materias primas para fabricar nuevas prendas.

¿Qué es el reciclaje mecánico de textiles?

Las prendas de ropa no se pueden reciclar directamente ya que primero se debe determinar qué tipo de fibra contienen (algodón, lana, etc.), qué color y se deben eliminar las partes no reciclables (cremalleras, botones, etc.). El reciclaje mecánico consiste en triturar y desfibrar los tejidos que forman parte de las prendas de vestir, obteniendo como resultado fibras algo más cortas que las originales que pueden mezclarse con fibras vírgenes para volver a obtener hilos de buena calidad que se puedan convertir en nuevas prendas. El reciclaje mecánico es ideal para prendas de un solo material (como 100% algodón, por ejemplo).

Como la longitud de las fibras es un parámetro fundamental en la calidad de los hilados, normalmente las fibras cortas recicladas solo se pueden utilizar en porcentajes que oscilan entre el 15 y el 20%, dependiendo de la calidad y de los procesos de desfibrado, para no comprometer la calidad del hilado resultante. Aquellos materiales no aptos para fabricar nuevas prendas textiles, pueden utilizarse para fabricar otros productos textiles que no exijan una calidad muy alta (para ser utilizadas en materiales de relleno, trapos de limpieza o productos de bajo valor añadido, por ejemplo).

¿Cuáles son las ventajas y qué retos tiene que afrontar el reciclaje mecánico de tejidos?

José María Faro, responsable de Circularidad y Reciclaje de la Fundación Formació i Treball, nos ayuda a desgranar los pros y contras de esta técnica. “Dentro de las tecnologías de reciclaje textil, el reciclaje mecánico se destaca como una opción madura y ampliamente utilizada. Este proceso se basa en el corte y la trituración, o apertura, de las fibras mediante métodos físicos como el desgarrado. Una de sus ventajas significativas es su bajo consumo de energía, comparado con otros métodos. Históricamente, el reciclaje mecánico ha utilizado fundamentalmente materias primas textiles postindustriales, tales como cortes y restos de confección. Las fibras obtenidas mediante este sistema de reciclaje pueden destinarse tanto a la producción de nuevas prendas textiles como a aplicaciones de ciclo abierto como aislantes térmicos y acústicos en la industria del automóvil.

En cuanto a sus desafíos, nuestro experto consultado indica que el reciclaje mecánico no está exento de desafíos, especialmente cuando se busca integrar un mayor volumen de textiles post-consumo. Un reto inherente a los procesos mecánicos es la degradación de las fibras, que pueden ver disminuida su longitud hasta en un 30%. Para contrarrestar esta problemática, es crucial desarrollar métodos de apertura de fibras más suaves y así reducir la necesidad de incorporar grandes cantidades de fibras vírgenes, de refuerzo o de mayor calidad en la mezcla, permitiendo así obtener hilos y textiles con una calidad adecuada a partir de material reciclado. La presencia de mezclas de fibras, componentes no textiles y otros acabados en los textiles post-consumo hace más complejo el mantenimiento de la calidad de las fibras recicladas.

¿Qué es el reciclaje químico de ropa usada?

El reciclaje químico proporciona soluciones a las limitaciones del reciclado mecánico -ambos son complementarios- y es especialmente útil en el reciclaje de tejidos compuestos por mezclas de fibras (como poliéster-algodón).

Este proceso utiliza procesos químicos para aprovechar las fibras que componen un tejido, fundamentalmente mediante la disolución o la depolimerización (pasar de polímero a monómero). Después, las unidades fundamentales (monómeros) de las fibras que interesan se someten a otro tratamiento que permite volver a conseguir nuevas fibras sin contaminantes y de calidad virgen.

Moda re- participa en proyectos innovadores que tratan fibras sintéticas en reactores químicos. Esto da lugar a fibras como Loopamid®, una fibra de poliamida (nylon) 100% reciclada post-consumo, contribuyendo al reciclaje de ropa y a su impacto positivo en el medio ambiente.

Ventajas y retos actuales del reciclaje químico de tejidos

Frente a retos como su elevado coste y su escala aún limitada, el reciclaje químico de tejidos se posiciona como “una solución innovadora para materiales complejos”, explica José María Faro. “Esta tecnología está especialmente diseñada para tratar mezclas complejas de fibras textiles que no pueden ser recicladas eficientemente por métodos tradicionales como el mecánico. Aunque puede procesar una amplia gama de mezclas, las de algodón y poliéster son las más atractivas para este tipo de reciclaje. Además, es la única alternativa viable para materiales textiles muy dañados, degradados o contaminados”.

El reciclaje químico destaca por su capacidad para procesar textiles de diferentes colores, composiciones y estados, lo que lo convierte en una solución sostenible y versátil para la reducción de residuos textiles”, continúa nuestro experto en Circularidad y Reciclaje.

reciclaje textil materias primas

¿Qué significa reciclaje “tejido a tejido” o de “fibra a fibra”?

Se trata de procesos avanzados que buscan recuperar fibras de alta calidad para fabricar nuevos tejidos comparables a los nuevos (que no han sido utilizados). El desarrollo de este tipo de reciclaje textil es clave para cerrar el ciclo de la moda y reducir la extracción de recursos naturales. “El reciclaje textil a textil se erige como un pilar fundamental de la economía circular, pero para su consolidación demanda inversiones significativas y una cooperación de toda la cadena de valor”, apunta José María Faro.

Moda re- utiliza tecnología NIRSNear Infrared Spectroscopy o espectroscopia de infrarrojo cercano- y, gracias a ella, los procesos de reciclaje de tejido a tejido se optimizan, identificando la composición de las prendas tras lo cual se eliminan los materiales no deseados. De esta forma, aquellas prendas que no pueden tener una segunda vida, se transforman en nuevos productos textiles.

¿Qué tipos de tejidos se pueden reciclar?

Una proporción considerable de los materiales textiles post-consumo no resulta apta para el reciclaje de alta calidad. Esto se debe a diversos factores, como el desgaste de los tejidos, la complejidad de las prendas multicapa, la mezcla de demasiados materiales en una misma prenda, o la presencia de colorantes u otros acabados”, explica José María Faro.

Teniendo esto en cuenta, ¿qué tejidos presentan una mayor facilidad para el reciclaje? “Aquellos con características específicas como, por ejemplo, aquellos que contienen un solo tipo de fibra, como el algodón 100% o el poliéster 100%; poseen un mismo color en toda la prenda o presentan un menor número de componentes no textiles, tales como cremalleras, botones u otros elementos metálicos o duros”.

Por contra, ¿qué tejidos plantean mayores dificultades a la hora de reciclarlos? “Son aquellos que combinan más de dos tipos de fibras; prendas con un alto contenido de componentes duros, ya sean estéticos o funcionales, como lentejuelas o hilos metálicos; materiales con un elevado porcentaje de elastano o textiles que incorporan estampados, grandes bordados o recubrimientos”, añade Faro.

¿Cómo se gestiona el textil no reciclable?

Los contenedores de Moda re- también reciben textil no reciclable. Es decir, prendas y otros tejidos que no pueden ser reutilizados ni reciclados debido a su estado o composición. En estos casos, este residuo textil se gestiona mediante valorización energética, un proceso que convierte los residuos en energía, evitando que terminen en vertederos. Así se maximiza el potencial energético de los residuos textiles, cerrando el ciclo del reciclaje de ropa y promoviendo la economía circular.

¿Qué papel juega la innovación en el reciclaje textil?

La inversión en I+D es esencial para superar los retos actuales: mejorar la calidad del hilo reciclado, reducir costes y escalar las tecnologías. “A pesar de que las fibras recicladas tienen actualmente un coste superior al de las vírgenes y de que existe una limitada disponibilidad de materias primas post-consumo de calidad para el reciclaje, la inversión en innovación en procesos de reciclaje textil a textil se sostiene desde una perspectiva económica a medio y largo plazo. Esto es especialmente cierto si se consideran los costes medioambientales o de oportunidad que ofrecen los métodos tradicionales que parece que pudieran parecer más económicos en el corto plazo, como la incineración o la deposición en vertederos”, reflexiona José María Faro. Y continúa: “El sector del reciclaje textil se enfrenta a retos significativos como la mejora de infraestructuras especializadas, la fragmentación de las cadenas de suministro y la inmadurez tecnológica en algunos procesos de reciclaje a escala industrial. Considerando estos factores, el reciclaje textil a textil se posiciona como una apuesta estratégica, con potencial para generar valor económico, nuevos puestos de trabajo, cumplir con las normativas y fortalecer la apuesta por la sostenibilidad”.

¿Qué retos afronta el reciclaje textil hoy?

El reciclaje textil busca inversión y colaboración para despegar”, señala nuestro experto en Circularidad y Reciclaje.

Más retos: a la necesidad de inversión y financiación se suman las de infraestructuras de recogida y clasificación. También la necesidad de facilitar la trazabilidad de los materiales para saber cómo deben reciclarse y, de la misma forma, incentivar el diseño circular de los productos textiles, más orientado hacia su reciclaje.

José María Faro profundiza en el tema de los desafíos a los que se enfrenta actualmente el reciclaje textil: “Para transformar prendas usadas en nuevas fibras, es crucial que las soluciones tecnológicas sean escalables y que se impulse la capacidad de recogida, clasificación, preparación y reciclaje final de los textiles post-consumo. La implicación de las grandes marcas y el uso de energías renovables son cruciales para el éxito de todas estas iniciativas.

La industria del reciclaje textil ha de invertir en tecnología avanzada para la identificación de fibras, como la espectroscopia de infrarrojo cercano (NIRS) o la Inteligencia Artificial, y mejorar los procesos de pretratamiento para eliminar impurezas y preparar los materiales para el reciclaje textil a textil. Asimismo, se han de optimizar los procesos de reciclaje químico a escala, con el objetivo de generar mayores cantidades de fibras recicladas de calidad y eficiencia en los procesos.
Desde el punto de vista logístico, es imprescindible establecer estándares claros para la recogida y clasificación de textiles post-consumo, así como crear centros de almacenamiento regionales cercanos a las infraestructuras de procesamiento. El futuro del reciclaje textil a textil depende de superar estos desafíos mediante la innovación y una sólida colaboración sectorial”.

¿Qué se puede hacer para fomentar una industria textil más circular?

Como hemos visto, impulsar una industria textil verdaderamente circular requiere actuar en distintos frentes: desde apostar por el ecodiseño -el primer paso hacia la circularidad- hasta determinar sobre cuál es el correcto tratamiento y reciclaje de cada prenda, pasando por apoyar e implementar medidas sobre la trazabilidad del textil (como el Pasaporte Digital de Producto) e invertir tanto en infraestructuras de reciclaje y clasificación de residuo textil como en educar al consumidor sobre separación de residuos y donación responsable.

“Para que la industria textil alcance una verdadera circularidad, es fundamental una acción coordinada entre todos los actores de la cadena de valor textil”, añade José María Faro.

El experto también detalla una serie de propuestas que deberían implementarse de forma conjunta para afrontar los desafíos actuales del sector y aprovechar así plenamente el potencial de la economía circular en el ámbito textil: “aumentar la tasa de recogida selectiva de textiles; escalar las propuestas tecnológicas a nivel industrial; desarrollar infraestructuras compartidas que permitan reducir costes a través del aumento de volúmenes y la especialización; comprometer a las marcas a incorporar activamente materiales reciclados en sus colecciones; garantizar que las iniciativas circulares y el ecodiseño cuenten con el apoyo de un marco regulatorio sólido, simple y flexible, facilitando la obtención de permisos y licencias; potenciar los incentivos fiscales que impulsen la escalabilidad de soluciones integrales de reciclaje. Por otro lado, se deben realizar políticas de información a los consumidores sobre los beneficios ambientales de un consumo responsable de prendas que incluyan materiales reciclados”.

¿Dónde puedes depositar tus residuos textiles para que sean reciclados?

En contenedores de residuo textil facilitados por los agentes identificados en la gestión de los residuos textiles: administraciones públicas (Comunidades Autónomas, diputaciones y entidades locales como mancomunidades o municipios) y entidades y organizaciones de carácter privado que actúan en diferentes territorios.

A tal efecto, Moda re- cuenta con una red de más de 9.000 contenedores de recogida de residuo textil. En ellos puedes depositar la ropa que ya no utilizas y que está en buen estado para que tenga una segunda vida; y también aquellas prendas o tejidos que quizá no pueden ser reutilizados pero sí reciclados para convertirse en materias primas.